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Yummy Friday – Una merienda muy navideña

Pensando en el Yummy Friday de este mes, he querido hacer una receta fácil, diferente y que además te puede servir como regalo. Las galletas de jengibre no le gustan a todo el mundo, por su sabor fuerte, pero a la gente que le gustan, le encantan. A mi me gustan las que tienen forma de hombrecito pero la verdad es que se pueden hacer con cualquier molde y queden igual de monas.

Si durante estas Navidades tenéis meriendas en casa o la sobre mesa de las comidas se alarga mucho, sacar galletas de jengibre y chocolate caliente es un éxito asegurado. Si hacéis muchas con antelación, podéis repartir galletas a vuestros vecinos a modo de felicitación navideña.

Ingredientes

    • 2 tazas de harina para la masa y un poquito más cerca para la hora de amasar.
    • 2 cucharitas de jengibre en polvo
    • 1 cucharita de canela en polvo
    • 1/2 cucharita de nuez moscada
    • 1/4 cucharita de clavo en polvo
    • 1/4 cucharita de levadura
    • 1/4 cucharita de sal
    • 1/2 taza de mantequilla
    • 1/3 taza de azúcar moreno o integral
    • 1/3 tazas de Melaza (una especie de sirope amargo que se encuentra en Taste of America y en inglés se llama Molases.)
    • 1 huevo grande

Primero se pone la harina y todas las especias junto con la levadura y la sal en un bol y se deja a un lado. En otro bol mediano, se pone la mantequilla con el azucar, la melaza y el huevo y se bate hasta que están bien mezclados. Después se pone toda la mezcla de los otros ingredientes y se bate hasta que la masa está con la consitencia perfecta.

Amasar la masa sobre papel de estraza y luego hacer un cuadrado grande con la masa. Envolverlo con papel film y dejarlo en la nevera de 1:30 a 2:00 horas. Para que no se pegue mucho la masa al plástico, espolvorear harina primero.

Una vez haya pasado ese tiempo, dividir la masa en dos y amasarla hasta que tenga un grosor nivelado de medio cm, y dejarla sobre el papel de estraza en el congelador unos 20 minutos. Sacar primero una, para ir haciendo las galletas y luego la otra. La masa, al estar dura, es mucho más facil de cortar y hace que la forma se quede perfecta.
 

Por último decorar si queréis y 10 minutos al horno precalentado a 250º. El resultado ha quedado buenísimo, pero la decoración se puede perfeccionar como la primera tanda que he hecho se la han comido en casa pitando, la segunda que haga para mis amigos espero que me salga un poco mejor. En vez de utilizar pintura líquida de comida como he hecho yo, igual os recomendaría mini caramelitos de decorar que se encuentran en supermercados y tiendas especializadas de comida.